lunes, 1 de diciembre de 2008

Limón



Con 2.000 millones de colones (unos 4 millones de dólares) el Gobierno busca ayudar a las comunidades afectadas por las inundaciones en la región del Caribe con las necesidades más urgentes como alimentación, salud y transporte.
Este miércoles se firmó un decreto de emergencia para socorrer a los cientos de limonenses desplazados por las fuertes y persistentes lluvias de los últimos días.

Este miércoles se firmó un decreto de emergencia para socorrer a los cientos de limonenses desplazados por las fuertes y persistentes lluvias de los últimos días.

El decreto fue suscrito por el presidente en ejercicio, Francisco Pacheco, durante una visita a la población caribeña de Batán, 168 km al este de San José, en compañía de varios ministros y otros altos funcionarios de gobierno.
La declaratoria de emergencia autoriza al Estado a efectuar gastos sin los trámites de rigor y hace posible que las instituciones estatales utilicen todos los recursos que no hayan ejecutado de su presupuesto del año para ayudar a las víctimas.
Las pérdidas en viviendas, infraestructura y cultivos aún no han sido cuantificadas, pero las autoridades estiman que son "multimillonarias" pues decenas de carreteras, puentes, diques y otras obras están dañadas y grandes extensiones agrícolas fueron virtualmente arrasadas por las inundaciones.
El Ministro de la Presidencia, Rodrigo Arias, hizo un llamado a los costarricenses en general y especialmente a las empresas, para que hagan donaciones con el fin de paliar la situación de los damnificados.
"Las cifras que nos ha brindado la Comisión Nacional de Emergencias son simplemente aterradoras, quiero aprovechar la oportunidad para solicitarle a todos los costarricenses y a las empresas para que se unan a esta causa y que con diferentes aportes podamos salir adelante", expresó Arias.
Por su parte, la Ministra de Obras Públicas y Transportes, destacó que los limonenses lograrán sobreponerse a la emergencia, tal y como lo han hecho en otras oportunidades los habitantes de otras zonas afectadas como Pérez Zeledón, Parrita y Guanacaste.
Destacó que a más tardar el lunes se reestablecerá el paso a Puerto Viejo, el cual quedó inhabilitado tras caerse el puente. Asimismo, indicó que no será hasta que bajen las lluvias completamente, que se pueda tener un estimado de las pérdidas en infraestructura.
Mientras, la Ministra de Salud, María Luisa
Ávila pidió a todos los habitantes no bajar la guardia ante amenazas como el dengue que podrían afectar a las comunidades si no se toman las medidas necesarias.
Las intensas lluvias que afectan al Caribe costarricense han obligado a más de 6.500 personas a refugiarse en albergues temporales, pero se estima en más de 20.000 los damnificados en la zona costera y en la región de Sarapiquí, al norte del país, según cifras de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).




Limón cuenta con un 25.1% de hogares pobres y con un índice de desarrollo social de un 48%.


CNE estima las pérdidas por lluvias en ¢42.000 millones.


La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) estimó en ¢42.000 millones las pérdidas ocasionadas por el temporal que desde el sábado pasado afecta la provincia de Limón y Sarapiquí.
Se trata de una evaluación peliminar de los daños ocurridos en carreteras, caminos vecinales y cultivos agrícolas; de la limpieza de los pozos de agua y reparación de los acueductos, y de los destrozos sufridos en clínicas y centros educativos.

Daniel Gallardo, presidente de la CNE, dijo que el impacto econónimo será mayor, pues todavía no ha sido posible evaluar las pérdidas en viviendas.
La cifra trascendió ayer cuando en Limón se presentaron otra vez aguaceros fuertes, sobre todo en el Caribe Norte, que ocasionaron inundaciones en el cantón de Guácimo y en poblaciones aledañas al río San Juan, en la frontera con Nicaragua.
Olga Retana, una comerciante de Delta Costa Rica, localidad donde nace el río Colorado, dijo por teléfono que el río San Juan creció entre el miércoles y ayer un metro e inundó las partes bajas.
Retana agregó que, en localidades como El Jobo de Sarapiquí, las familias debieron acondicionar los botes para pasar la noche y amarrarlos a árboles cercanos para evitar ser arrastrados por el agua.
Recuento. Una estimación de la CNE detalló que la población afectada por el mal tiempo es de 46.000 personas, de las cuales 5.497 permanecían ayer en 67 albergues, pues todavía no han podido regresar a sus casas.
Aunque el nivel de las aguas bajó en muchos sectores, se reportó que todavía hay 35 comunidades aisladas, a las que solo se puede llegar por vía aérea. Sin embargo, ayer, en algunos lugares, los helicópteros que iban a dejar comida no pudieron aterrizar porque no había terrenos secos.
Como parte de las medidas de prevención, ayer fueron evacuadas 230 personas que se habían instalado provisionalmente en la carretera de Sixaola, en Talamanca. La CNE informó de que fueron trasladadas a la Escuela Volio, en Bribri.




Inclemente lluvia abate exportación bananera:


El temporal que azota al Caribe desde el fin de semana pasado ya deja pérdidas por decenas de millones de dólares en las fincas bananeras de Limón.
Aunque aún no bajan las aguas, los productores de Matina, Siquirres y un sector de Sixaola confirmaron que en los próximos 10 meses no podrán exportar 3 millones de cajas de fruta.
La pérdida preliminar es de $21 millones (¢11.760 millones).
Sin embargo, aún no se cuantifican los daños en las fincas del Caribe norte (Pococí, y Sarapiquí en Heredia) y el Caribe sur (resto de Sixaola y Valle de la Estrella).
La información fue confirmada por Francisco Jiménez, presidente ejecutivo de Japdeva.
Según el jerarca, eso significa que el puerto perderá un barco bananero por semana. Equivalente a 43 buques en 10 meses y ¢180 millones por cajas no movilizadas.
Estimaciones. El gerente de la Corporación Bananera Nacional (Corbana), Jorge Sauma, estimó que hay entre 5.000 y 10.000 hectáreas de banano “afectadas”.
Esto significa que fueron inundadas pero no se conoce el impacto porque el agua aún no baja.
Las zonas más afectadas son Sixaola, Matina y Sarapiquí, aunque hay otras regiones donde hay plantaciones afectadas.
Igualmente, están en peligro 10.000 empleos de trabajadores bananeros, pues, por cada hectárea sembrada, se contabiliza uno.
Corbana y los productores independientes, que representan el 50% del total de exportaciones, crearon anteayer una comisión para trabajar en la emergencia.
Lo primero será entrar a las plantaciones en cuanto bajen las aguas para valorar pérdidas.
Eduardo Artavia, director del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) en la región Huetar Atlántica, dijo que 3.000 hectáreas de plátano están inundadas.






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